¿Está tu PYME lista para solicitar un préstamo? Claves para tomar una decisión financiera acertada

noviembre 13, 2025
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En Ecuador, las micro, pequeñas y medianas empresas son uno de los motores más importantes de la economía. Sin embargo, acceder a financiamiento continúa siendo un reto para muchos emprendedores, no solo por las exigencias del sistema financiero, sino por la falta de información y preparación previa. Antes de solicitar un crédito, es fundamental analizar el estado real del negocio y tomar decisiones basadas en datos para evitar riesgos y asegurar un crecimiento saludable.

El desconocimiento: la primera barrera

Uno de los principales obstáculos es no entender a profundidad las condiciones del financiamiento. Muchos emprendedores desconocen cómo funcionan los montos, plazos, tasas de interés o garantías, y esta falta de claridad puede llevar a adquirir obligaciones que luego resultan difíciles de sostener.

A esto se suma que, en varios casos, los negocios solicitan un crédito sin tener claro el uso específico de los fondos. Esa ausencia de planificación puede generar gastos innecesarios, inversiones ineficientes o endeudamiento excesivo.

Planificar antes de pedir

El primer paso para solicitar un crédito de manera responsable es realizar un diagnóstico del negocio y establecer un plan claro sobre el destino de los recursos. Para ello, es importante identificar qué tipo de financiamiento se necesita:

  • Capital de trabajo: para cubrir gastos operativos como salarios, servicios o compra de inventario.

  • Inversión o crecimiento: para adquirir maquinaria, ampliar instalaciones o mejorar procesos productivos.

Diferenciar estos objetivos ayuda a elegir el producto financiero correcto y permite trabajar con plazos que realmente se ajusten a la dinámica del negocio.

Indicadores que no se pueden pasar por alto

Antes de solicitar un crédito, es importante revisar ciertos indicadores financieros que muestran la salud de la empresa:

  • Liquidez: capacidad para cumplir obligaciones de corto plazo.

  • Rentabilidad: nivel de utilidades generadas por la operación.

  • Endeudamiento: proporción de los activos financiados con deuda.

  • Flujo de caja: movimiento real del dinero, tanto ingresos como egresos.

Este último es especialmente decisivo, ya que permite evaluar si la empresa podrá pagar el crédito sin comprometer su funcionamiento.

La formalidad abre puertas

Contar con RUC activo, permisos al día y un historial tributario ordenado incrementa las probabilidades de aprobación. La formalidad es vista por las entidades financieras como un indicador de transparencia y estabilidad.

También es clave presentar la información de manera clara y completa. Un asesor financiero puede orientar mejor a la empresa cuando conoce su situación real, proyectos y necesidades.

¿Es el momento adecuado para endeudarse?

Acceder a financiamiento es positivo cuando existe planificación y claridad. Es un buen momento para pedir un crédito cuando:

  • La empresa tiene flujo de caja estable.

  • El negocio cuenta con un plan de inversión claro.

  • La documentación está actualizada.

  • La deuda se utilizará para generar crecimiento.

No se recomienda solicitar un préstamo cuando:

  • La empresa enfrenta inestabilidad financiera.

  • No se tiene claridad sobre el uso del dinero.

  • Existen atrasos o vacíos legales.

  • La capacidad de pago no está demostrada.

La decisión debe ser estratégica, no emocional.

Errores frecuentes que complican la aprobación

Entre los errores más comunes al solicitar un crédito se encuentran:

  • Presentar documentación incompleta.

  • No analizar el flujo de caja.

  • Solicitar montos mayores a la capacidad real del negocio.

  • No distinguir entre necesidades y deseos.

  • No evaluar el impacto de la deuda a largo plazo.

Evitar estos errores permite avanzar con confianza y demuestra responsabilidad frente a la entidad financiera.

Acompañamiento profesional: una ventaja clave

Buscar asesoría financiera puede marcar una diferencia importante. Un acompañamiento adecuado ayuda a evaluar el tipo de crédito ideal, la capacidad de pago real y los riesgos asociados a la inversión.

Planificar, ordenar la información y conocer bien el mercado crediticio son pasos esenciales para transformar un préstamo en una herramienta de crecimiento y no en una carga para la empresa.

En un entorno económico desafiante, la preparación y la transparencia siguen siendo los pilares para acceder a financiamiento responsable y sostenible.