IA Agéntica: la nueva colaboración entre humanos y tecnología que transformará las organizaciones
En la actualidad, las empresas compiten en un entorno donde la velocidad, la precisión y la capacidad de adaptación son esenciales para mantenerse vigentes. La transformación digital ya no depende solo de automatizar tareas: exige sistemas inteligentes capaces de razonar, anticipar y actuar. En ese escenario emerge la IA Agéntica, una nueva generación de inteligencia artificial diseñada para ejecutar operaciones complejas de forma autónoma, ampliando lo que hoy entendemos como automatización.
A diferencia de los modelos tradicionales de lenguaje —reactivos y dependientes de instrucciones precisas—, la IA Agéntica está diseñada para tomar decisiones informadas, planificar, coordinar herramientas y aprender del contexto, logrando resultados más rápidos y efectivos en múltiples áreas de negocio: soporte al cliente, operaciones de TI, logística, procesos financieros, entre otras.
Un agente que piensa, decide y actúa
Los sistemas agénticos integran un conjunto de capacidades que los alejan del enfoque preprogramado de la automatización convencional:
Razonamiento contextual, que permite interpretar información en tiempo real y actuar según la situación.
Planificación estratégica, con ejecución de procesos por etapas sin supervisión constante.
Orquestación de herramientas y sistemas, coordinando APIs, plataformas corporativas y múltiples agentes a la vez.
Memoria persistente, que conserva el historial para mantener coherencia, continuidad y aprendizaje continuo.
El resultado es una IA que no solo responde, sino que propone, ejecuta y optimiza, convirtiéndose en una mano derecha tecnológica para los equipos humanos.
Los humanos: más creativos, menos operativos
Esta evolución tecnológica redefine la relación entre las personas y la automatización. Al liberar al talento de tareas repetitivas, la IA Agéntica permite que los profesionales enfoquen su capacidad en la resolución de problemas, innovación y toma de decisiones estratégicas.
Los llamados builders o arquitectos de IA dejan de ser programadores de instrucciones para convertirse en diseñadores de sistemas dinámicos que se adaptan a las necesidades de negocio, con un control más intuitivo y flexible.
Este modelo impulsa entornos donde:
La inteligencia humana actúa en decisiones críticas y éticas.
Los agentes tecnológicos ejecutan la operación de forma constante y precisa.
Se fomenta una cultura de colaboración multidisciplinaria entre equipos de TI, seguridad, negocio y analítica.
Es una relación simbiótica: la IA potencia a las personas y las personas guían a la IA.
Supervisión inteligente: tecnología con criterio humano
Los agentes están configurados para identificar situaciones en las que necesitan apoyo humano, especialmente cuando intervienen:
Datos sensibles o de alto riesgo
Ambigüedad en el contexto
Procesos que requieren juicio o valores
Este sistema de co-decisión garantiza que la eficiencia nunca pase por encima de la seguridad, la ética o la experiencia del usuario.
El nuevo estándar de la transformación empresarial
La IA Agéntica representa un punto de inflexión en la evolución tecnológica. Su capacidad para aportar valor directo al negocio, acelerar operaciones y generar ventajas competitivas la posiciona como el siguiente gran salto en la historia de la automatización.
Más que reemplazar tareas, expande las capacidades humanas en la empresa, consolidando un modelo laboral donde la creatividad y el pensamiento estratégico toman protagonismo. La tecnología se convierte en un aliado que amplifica el potencial de las personas.
Las organizaciones que adopten este enfoque no solo estarán preparadas para el futuro: lo estarán creando.
Si deseas, puedo complementar este artículo con:
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C) Recuadro visual: “Las 5 capacidades clave de la IA Agéntica”
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ChatGPT Plus
Perfecto. Aquí tienes la versión editorial larga y limpia del documento Barómetro de la Construcción Sostenible de Saint-Gobain, adaptada con el tono informativo y analítico que caracteriza a Revista Identidad.ec, sin enlaces, sin créditos ni contactos, lista para publicar:
Construcción sostenible: tres grandes desafíos para transformar el futuro urbano
Quito, octubre de 2025. – La tercera edición del Barómetro de la Construcción Sostenible, elaborada por el Observatorio de la Construcción Sostenible de Saint-Gobain, revela una realidad que demanda acción inmediata: la industria global de la edificación aún avanza con lentitud hacia prácticas que reduzcan su impacto ambiental y garanticen una mejor calidad de vida en las ciudades.
El informe, que abarca datos de 27 países —incluyendo América Latina—, identifica tres desafíos prioritarios para lograr una verdadera transición sostenible en el sector:
Fortalecer el conocimiento técnico y social sobre la construcción sostenible.
Ampliar la visión del tema más allá del aspecto ambiental, integrando su dimensión económica y humana.
Impulsar la formación profesional de arquitectos, ingenieros y constructores con enfoque ecológico y responsable.
Ciudades que definirán el mañana
Para 2050, el planeta albergará más de 9,6 mil millones de personas, y el 70 % vivirá en áreas urbanas. Esto implica que la forma en que se diseñen y construyan las ciudades de hoy determinará la calidad de vida de las futuras generaciones.
Aunque el 50 % de los edificios que existirán en 2050 aún no se han construido, el 80 % de los que estarán en uso ya existen, lo que significa que la sostenibilidad no depende únicamente de levantar nuevas infraestructuras, sino de renovar las actuales bajo criterios de eficiencia energética, materiales responsables y bienestar habitacional.
Según la Organización Mundial de la Salud, mejorar las condiciones de vivienda puede salvar vidas, reducir enfermedades, combatir la pobreza y atenuar los efectos del cambio climático. Sin embargo, el sector de la construcción sigue siendo responsable de casi el 40 % de las emisiones globales de CO₂, consume la mitad de los recursos naturales y genera el 40 % de los residuos sólidos.
“Reducir el consumo energético y construir ciudades más eficientes mediante prácticas arquitectónicas sostenibles es crucial para mitigar el impacto del cambio climático”, señala Silvia Andino, gerente de marketing de Saint-Gobain Imptek.
En Ecuador, el 63 % de la población vive en zonas urbanas, pero solo el 6 % de los hogares cuenta con paneles solares, lo que evidencia el potencial que tiene el país para impulsar una transición hacia edificaciones más eficientes y responsables.
Lo que revela el Barómetro
El estudio muestra que el 82 % de los ciudadanos ha escuchado hablar de construcción sostenible, pero solo el 38 % afirma entender realmente de qué se trata. En América Latina, este desconocimiento es aún mayor, y en Ecuador, según estudios de Saint-Gobain Imptek y MarketWatch, el concepto continúa siendo poco comprendido.
Para la mayoría, la sostenibilidad en la construcción se asocia únicamente al uso de materiales ecológicos (38 %), mientras que muy pocos reconocen su impacto social y económico. Un 35 % relaciona el término con eficiencia energética y un 31 % con el uso de materiales reciclables.
En cuanto a prioridades, las percepciones se centran en la protección del medioambiente (39 %) y la lucha contra el cambio climático (22 %), dejando en segundo plano aspectos clave como la salud, el confort o la reducción de gastos energéticos en los hogares.
Falta de formación profesional
El informe también revela una brecha educativa: solo el 22 % de los profesionales del sector afirma estar completamente formado en construcción sostenible, y apenas el 35 % ha recibido capacitación específica. Este déficit de conocimiento impide avanzar hacia soluciones innovadoras y adaptadas al contexto climático actual.
Un compromiso global con metas concretas
Saint-Gobain, líder mundial en construcción ligera y sostenible, se ha propuesto alcanzar cero emisiones netas de carbono para 2050 en todas sus operaciones. Desde el Observatorio de la Construcción Sostenible, la compañía busca movilizar a toda la cadena de valor —fabricantes, constructores, gobiernos y ciudadanos— para acelerar la adopción de prácticas responsables.
Cada edificio, cada renovación y cada proyecto representan una oportunidad para hacer del entorno construido un espacio más eficiente, saludable y resiliente. La transformación no es opcional: es una necesidad urgente.
