La tecnología solar que transforma al Ecuador

octubre 27, 2025
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La transición hacia energías renovables se ha convertido en un camino ineludible para el mundo. La energía solar fotovoltaica destaca como una de las fuentes más competitivas para la generación eléctrica, con un crecimiento anual superior al 25% a escala global, según la Agencia Internacional de Energía Renovable.

En Ecuador, el interés por la autogeneración mediante paneles solares avanza con rapidez. La demanda de sistemas solares residenciales aumentó un 325% en el último año, un cambio evidente en la forma en que los hogares buscan energía limpia, estable y autosuficiente. A pesar de este impulso, la energía solar apenas aporta el 1% a la matriz eléctrica nacional, lo que revela un amplio margen para su expansión.

El país registró 29 MW de capacidad instalada en 2023, pero las proyecciones estiman que podría alcanzar cerca de 400 MW hacia 2030. Ya existen más de 1.290 sistemas solares distribuidos, superando los 60 MW de potencia, aunque solo el 0,2% de los hogares utiliza paneles para alumbrado. La inversión privada ha destinado más de 50 millones de dólares a proyectos solares de pequeña escala, cifra que podría cuadruplicarse próximamente.

En este escenario, AIRIS cumple una década en Ecuador posicionándose como un actor relevante para el crecimiento del sector. La empresa supera los 400 sistemas instalados con una participación de mercado mayor al 30% en generación para autoconsumo y ha contribuido a evitar más de 5.200 toneladas de CO₂ desde 2022.

Con el lanzamiento de su marca SOLÉ, AIRIS apuesta por soluciones accesibles para hogares y pymes, como los kits Solar Guard que permiten abastecer guardias de seguridad con energía renovable, favoreciendo la disminución de costos y el acceso a tecnologías limpias.

Javier Acosta, CEO de AIRIS Ecuador, destaca el momento clave que vive el país para impulsar una transición energética enfocada en la sostenibilidad y la seguridad. Señala que la innovación, el apoyo a políticas de autogeneración y el compromiso público-privado son factores esenciales para masificar el uso de energía solar y convertirla en una decisión estratégica para la competitividad.

El desafío para la próxima década consiste en cerrar la brecha entre las tendencias globales y la realidad local. La expansión de soluciones solares se proyecta como un pilar importante para un Ecuador más eficiente, responsable con el ambiente y preparado para las necesidades energéticas del futuro.