Conducir bajo la
lluvia: una responsabilidad que salva vidas

octubre 27, 2025
👁️ 1224 vistas

En Ecuador, las temporadas de lluvia llegan acompañadas de desafíos en la movilidad. Calles encharcadas, baja visibilidad, deslizamientos y un incremento de accidentes ponen a prueba no solo al vehículo, sino también a la capacidad del conductor para adaptarse a condiciones cambiantes y tomar decisiones seguras.

Manejar en lluvia exige atención constante y una comprensión profunda de cómo reacciona un automóvil sobre superficies mojadas. La combinación de velocidad inapropiada, neumáticos desgastados y frenadas bruscas puede derivar en una pérdida total de control conocida como hidroplaneo, una de las causas más frecuentes de siniestros en época invernal.

Cuando la física entra en juego

El agua en los neumáticos actúa como una barrera entre la llanta y el asfalto. Si la banda de rodadura no alcanza a evacuar el agua, el vehículo literalmente “se desliza” sobre la superficie. En ese instante:

  • El volante deja de responder,

  • El frenado se vuelve inútil,

  • Y cualquier reacción brusca empeora la situación.

La clave está en prevenir: reducir la velocidad, verificar la presión y el estado de los neumáticos, y evitar maniobras repentinas. Si el auto empieza a derrapar, lo correcto es soltar suavemente el acelerador y mantener el volante firme, permitiendo que las llantas recuperen tracción poco a poco.

El vehículo también necesita protección

No solo la conducción se ve afectada. La lluvia puede ocasionar fallas eléctricas, daños internos y problemas en los sistemas de ignición. Es vital asegurarse de que los sellos y gomas de puertas y ventanas estén en buen estado para evitar filtraciones.

Si el agua llega al motor, lo más seguro es apagar el vehículo de inmediato y buscar asistencia. Intentar encenderlo puede generar daños graves y costosas reparaciones.

Tecnología automotriz que cuida la vida

Hoy, muchos vehículos del mercado ecuatoriano —especialmente los SUV de última generación— incorporan sistemas inteligentes como:

  • Control electrónico de estabilidad,

  • Frenado autónomo de emergencia,

  • Control de tracción,

  • Asistente de arranque en pendiente,

  • Sensores y cámaras de apoyo.

Estas herramientas son aliados importantes, pero nunca reemplazan la prudencia del conductor. La seguridad comienza con decisiones responsables al volante.

Consejos clave para manejar bajo la lluvia

Moderar la velocidad: el tiempo de frenado se incrementa en piso mojado.
Mantener distancia amplia entre vehículos para reaccionar con margen.
Encender las luces incluso en lluvias leves: verte y dejarte ver.
Preferir los carriles centrales, donde el agua se acumula menos.
Frenar con suavidad, sin pisar el pedal de forma brusca.
Atravesar charcos lentamente y luego presionar suavemente el freno para secar pastillas y discos.

Cada uno de estos hábitos puede marcar la diferencia entre un susto y una tragedia.

La seguridad vial es tarea de todos

Reducir los accidentes durante la temporada de lluvias no es cuestión de suerte, sino de preparación. Hacer mantenimiento preventivo, conocer los riesgos del clima y asumir una conducción consciente son acciones que protegen vidas, tanto del conductor como de quienes comparte la vía.

Porque cuando cae la lluvia, la responsabilidad se vuelve más grande: cada decisión al volante cuenta. Cuidarnos en la vía es también una forma de cuidar a quienes nos esperan en casa.