Lo que no sabías sobre las bebidas vegetales y cómo aportan a tu salud

Más del 50 % de la población mundial presenta deficiencias de micronutrientes esenciales como vitamina D, calcio o vitamina B12, muchas veces sin saberlo. Estas carencias pueden manifestarse en síntomas como fatiga persistente, defensas bajas o problemas digestivos, incluso en personas con una alimentación aparentemente saludable.
Ante esta realidad, las bebidas vegetales han dejado de ser solo una tendencia para convertirse en una alternativa accesible y funcional que complementa la dieta de forma práctica y equilibrada.
“Las bebidas vegetales no son un sustituto directo de la leche, pero sí una opción válida y funcional para muchas personas con necesidades específicas. Cuando están bien formuladas, pueden aportar valor nutricional, mejorar la digestión y ayudar a cubrir deficiencias, sin dejar de ser deliciosas”, señaló Ana Altamirano, nutricionista de Vita Alimentos.
Beneficios de las bebidas vegetales
Contribuyen a cubrir deficiencias nutricionales
En Ecuador, un estudio reveló que el 64,6 % de la población presenta deficiencia de vitamina D, lo que incrementa el riesgo de enfermedades óseas como la osteoporosis y afecta la función inmunitaria. En este contexto, las bebidas vegetales fortificadas con vitaminas D, B9 y calcio representan una alternativa eficaz para apoyar la salud ósea en distintas etapas de la vida.
Favorecen la digestión y reducen la inflamación
Al ser libres de lactosa y cafeína, suelen ser mejor toleradas por personas con colon irritable, distensión abdominal o sensibilidad digestiva. Las elaboradas con almendra, arroz o soya contienen almidones suaves que promueven un tránsito intestinal saludable, ideales dentro de dietas blandas o planes antiinflamatorios.
Aportan saciedad y energía
Combinadas con alimentos ricos en fibra como frutas, chía, avena o linaza, ayudan a prolongar la sensación de saciedad sin añadir exceso de calorías. Un batido con bebida vegetal, banano y semillas puede ser una merienda nutritiva y liviana, en contraste con opciones ultraprocesadas.
Cómo integrarlas en la alimentación diaria
Adaptarlas a las necesidades y estilo de vida: recomendadas para intolerantes a la lactosa, personas con dietas basadas en plantas o quienes buscan digestiones más ligeras.
Incluirlas en momentos clave del día: como base para batidos en el desayuno, en la merienda con frutas o en recetas caseras como avenas horneadas y postres.
Combinarlas con alimentos que potencien su valor nutricional: junto a frutas frescas, semillas o cereales integrales para mejorar la digestión y el aprovechamiento de nutrientes.

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