La diabetes, llamada la «asesina silenciosa», es una enfermedad crónica que eleva los niveles de glucosa en la sangre, debido a una producción insuficiente de insulina o a su uso ineficaz en el cuerpo. Los síntomas incluyen sed intensa, hambre constante y aumento en la micción.

Existen dos tipos principales: la tipo 1, que suele presentarse en la niñez, y la tipo 2, más común en adultos, especialmente aquellos con sobrepeso o que llevan una vida sedentaria. Una alimentación balanceada es clave para controlar la diabetes, priorizando verduras, frutas y proteínas magras.

Además, recientes avances como la dapagliflozina han mejorado el tratamiento. Sin embargo, la educación y el apoyo comunitario siguen siendo fundamentales para manejar la enfermedad y mejorar la calidad de vida de los pacientes.

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