La Laguna Azul y la Laguna Amarilla, se encuentran en la región sierra de Ecuador, son dos caras de la majestuosa geografía ecuatoriana. Cada una única a su manera con sus características encantadoras y desafiantes.

Estas dos lagunas están ubicadas en el cráter del alto y venerado Volcán El Altar, lo que no solo las convierte en maravillas naturales dignas de admiración, sino que también las convierte en testigos de la diversidad y la capacidad de los fenómenos naturales en Ecuador.

La Laguna Amarilla destaca por su dramática historia ocurrida el 13 de octubre de 2000, cuando la cara de la monja grande se derrumbó por un desprendimiento masivo causando una inundación destructiva. Asimismo, su impresionante estado natural de color amarillo brillante cautiva con su multicolor inusual.

La belleza del lugar oculta una sombría advertencia apenas velada que es la exigencia física y mental de alcanzar y contemplar desde lo alto la impotente laguna. Es un esfuerzo que debe cumplirse de manera reflexiva y dedicar tiempo, pero que ofrece una recompensa genuina para aquellos que tienen el coraje de recordarlos.

Sin-título-1

Por otro lado, la Laguna Azul, es un tesoro que se revela a aquellos que se aventuran a explorar. Su nombre resuena con un aire de tranquilidad y misterio que invita a la mente humana a adivinar sus secretos y adivinar su espíritu. La belleza de la Laguna Azul radica en su contraste con la Laguna Amarilla.

Caminar hacia la Laguna Azul, a menudo a través de terreno único y desafiante, es una experiencia de valor incalculable. Las vistas son como ninguna otra, se avecinan inimaginables pero reales, además de poder ver el Volcán Chimborazo, el Parque Nacional Sangay y otros que crean una continua impresión duradera.

Ambas lagunas son testimonio de la belleza y la fuerza de la naturaleza ecuatoriana. Representan desafíos que, al ser superados, brindan una conexión profunda con el entorno natural y la cultura local. Las experiencias de quienes las visitan a menudo reflejan una transformación personal, un despertar a la majestuosidad del mundo natural y un reconocimiento del delicado equilibrio entre belleza y riesgo.

Los invitamos a explorar la cautivadora travesía de Carlos Espín en la Laguna Azul y Amarilla, publicada en nuestra revista Identidad.ec. Descúbranla a través del siguiente enlace